En el ámbito de las relaciones comerciales y personales, los contratos juegan un papel fundamental al definir y formalizar los acuerdos entre dos o más partes. A pesar de que muchos de nosotros los encontramos a diario, desde la compra de un producto hasta la contratación de un servicio, la importancia de comprender qué es un contrato y cómo funciona va más allá de la simple firma de un documento.
Un contrato no es sólo un pedazo de papel: es el pilar sobre el cual se construyen las relaciones de confianza y se establece un marco claro de obligaciones y derechos entre las partes involucradas. En Markowicz International Law trabajamos con contratos comerciales en todo tipo de sectores. ¿Qué aspectos no deben faltar? ¿Cómo evitar el conflicto? Veamos.
Empecemos: ¿Qué es un contrato?
Un contrato es un acuerdo entre dos partes, en las que una parte realiza una acción a cambio de una contraprestación que la concede la otra parte.
Nuestra vida está llena de contratos: cada vez que compramos o vendemos algo, o cuando ofrecemos un servicio de cualquier índole, siempre estamos acordando algo entre dos partes.
Un contrato es una herramienta esencial para que haya un común acuerdo de las partes.
Características del contrato
Los contratos pueden ser orales o escritos.
En el caso del contrato verbal en algún momento puede surgir el problema de la palabra de uno contra la del otro, o que con el paso del tiempo olviden alguna cláusula acordada.
Para que no quepan dudas de lo estipulado y se pueda cumplir en tiempo y forma, siempre es mejor que estén asentados por escrito, ya que resulta un acuerdo más formal, en donde figuren los acuerdos que se pactaron con anterioridad y no quepan dudas posteriores acerca de la descripción y términos fijados por ambas partes.
Un abogado idóneo escucha los requisitos y ofertas de ambas partes y se asegura de que no haya omisiones de ninguna índole.
Además todo queda debidamente establecido y evita malentendidos, ya que se puede acceder al contrato en cualquier momento para despejar dudas. En líneas generales podemos decir que un contrato debidamente redactado nos garantiza tres ítems
- Partes que intervienen en el contrato.
- Forma de proceder entre las partes.
- Pago por dicho servicio.
Tipos de contratos
Los contratos son herramientas esenciales en el ámbito legal y comercial, y se pueden clasificar en diferentes tipos según sus características y objetivos. Entender los distintos tipos de contratos y sus particularidades es crucial para garantizar que cada acuerdo se ajuste a las necesidades y expectativas de las partes involucradas. A continuación, se exploran los principales tipos de contratos: unilaterales y bilaterales, laborales, comerciales, y de servicios.
Un contrato unilateral es aquel en el que solo una de las partes asume obligaciones o compromisos, mientras que la otra parte no tiene responsabilidades específicas bajo el acuerdo. En otras palabras, solo una de las partes se compromete a realizar una acción o entregar un bien, mientras que la otra parte no está obligada a hacer nada en particular.
Un contrato de donación es unilateral si una parte dona un bien o una cantidad de dinero sin esperar una contraprestación de la parte receptora. La parte donante tiene la obligación de entregar el bien, pero el receptor no tiene ninguna obligación hacia el donante.
Por otro lado, un contrato bilateral implica que ambas partes tienen obligaciones y responsabilidades. Cada parte se compromete a realizar una acción o entregar algo a cambio de una contraprestación que la otra parte debe proporcionar. Los contratos bilaterales son los más comunes en las transacciones comerciales y personales, ya que ambas partes están activamente involucradas en el acuerdo.
Ahora, los contratos laborales son acuerdos específicos que regulan la relación entre empleadores y empleados. Estos contratos establecen los derechos y deberes de ambas partes y definen las condiciones bajo las cuales se llevará a cabo el trabajo.
Deben detallar el puesto de trabajo, la duración del contrato (si es temporal o indefinido), el salario, las horas de trabajo, y cualquier otra condición relevante, como los períodos de prueba o las cláusulas de confidencialidad.
Los contratos comerciales regulan las transacciones entre empresas o entre empresas y particulares. Estos contratos son esenciales para garantizar que las compras, ventas, y otras transacciones se realicen de manera ordenada y conforme a los términos acordados.
Establece los términos bajo los cuales un bien o servicio será vendido y comprado. Debe incluir detalles como el precio, la descripción del bien o servicio, las condiciones de entrega, y las garantías ofrecidas.
Los contratos de servicios se utilizan para regular la prestación de servicios profesionales entre una parte que ofrece el servicio y otra que lo solicita. Estos contratos son comunes en sectores como la consultoría, asesoría, y otros servicios profesionales.
En servicios que implican información sensible, se pueden incluir cláusulas para proteger la confidencialidad de los datos y evitar que se compartan sin autorización.
Ventajas y beneficios de un contrato escrito
Estos contratos poseen una descripción detallada del producto o servicio prestado. También están detalladas las obligaciones y responsabilidades de las partes que acuerdan el documento. Evitan reclamos posteriores y si hubiese alguna duda, es posible acceder al documento para poder despejarla. En caso de que hubiese alguna discrepancia, al estar todo documentado los términos legales se agilizan. El trabajo de un abogado en todo momento es indispensable, desde la creación del documento, hasta el momento de firmarlo. Y no nos olvidemos de él mientras se desarrolla el cumplimiento del mismo, ya que conoce de cláusulas para evitar situaciones que hasta nos pueden llevar instancias judiciales; y de ser así el proceso será más rápido y sencillo.
Requisitos de un contrato
Hay elementos básicos que un contrato comercial debe contener y cuando éste lo redacta un abogado especialista en negocios garantiza la seguridad de conocer la legislación vigente en la materia.
- Datos completos de las partes: Nombres de las empresas y/o representantes y sus domicilios, como así también los datos de quien los represente legalmente.
- El motivo, servicio o bien por el que se firma el contrato.
- Señalar el tiempo de duración – principio y fin – de dicho contrato.
- Las condiciones en que las partes acuerdan el contrato. Aquí se detallan obligaciones y responsabilidades que involucran a las dos partes. Además las consecuencias en caso de incumplimiento.
- La forma de pago detallando el costo total, manera y plazos de pago. Es importante no omitir el detalle de los impuestos correspondientes en caso que los lleve.
Para tener en cuenta:
Antes de firmar el común acuerdo ambas partes deben leer y releer todo lo escrito y acordado en el contrato, sin dejar de analizar cada cláusula. Si es necesario volver a acudir al abogado para que despeje dudas de todo lo escrito, (si es necesario todavía es posible hacer alguna enmienda), sobre todo aclara los términos legales y detalles de lo escrito en “letras chicas”.
Por ejemplo, en un contrato, la jurisdicción establece cuál será el tribunal competente para resolver cualquier conflicto que pueda surgir entre las partes. Es crucial definir la jurisdicción en el contrato para evitar incertidumbres sobre dónde se resolverán las disputas y para asegurar que las partes estén de acuerdo con el foro elegido.
La ley aplicable determina qué leyes regirán el contrato y cómo se interpretarán sus términos. Es importante especificar en el contrato qué legislación se aplicará en caso de conflicto, especialmente en contratos internacionales o en acuerdos entre partes de diferentes jurisdicciones. La ley aplicable puede influir en la interpretación de las cláusulas del contrato, la validez de sus términos y la resolución de disputas.
Invalidez y nulidad
La invalidez ocurre cuando una parte del contrato no cumple con los requisitos legales necesarios para su validez, lo que puede llevar a que esa parte del contrato sea considerada como no válida. Las causas de invalidez pueden incluir falta de capacidad jurídica de las partes, falta de consentimiento genuino, o ilegalidad del objeto del contrato.
Si una cláusula del contrato es inválida, esto no necesariamente invalida el contrato entero. Dependiendo de la jurisdicción y la naturaleza de la cláusula, el resto del contrato puede seguir siendo válido y ejecutable. En algunos casos, puede ser necesario modificar el contrato para corregir la cláusula inválida y asegurar que cumpla con los requisitos legales.
La nulidad se refiere a la situación en la que un contrato o parte de él es considerado nulo y sin efecto desde el principio. Esto puede ocurrir si el contrato es ilegal o si se celebró sin el cumplimiento de todos los requisitos legales esenciales.
Un contrato nulo se considera que nunca tuvo efectos legales. Las partes generalmente deben restituirse cualquier cosa que hayan intercambiado bajo el contrato nulo. Si una parte del contrato es nula, puede ser necesario revisar el resto del acuerdo para determinar si sigue siendo válido o si el contrato entero debe considerarse nulo.
Redacta un contrato seguro con abogados de negocios
Toda relación comercial debe ser formalizada para evitar dolores de cabeza futuros. Un contrato por escrito siempre deja sentados todos los términos, condiciones y plazos convenidos.
Esto brinda seguridad y claridad en la operación a firmar ya que conoce los derechos y obligaciones de cada una de las partes. El abogado de negocios aporta la garantía de que los términos estén redactados en forma tal que quede despejado cualquier tipo de inconveniente a futuro.